La arquitectura de nuestro cuerpo nunca falla

El SOTAI se basa en la teoría filosófica de Keizo Hashimoto (médico, acupuntor, 1897-1993) quien consideró el cuerpo humano como una gran arquitectura dinámica (arquitectura móvil) cuyo funcionamiento no tiene fallos cuando se siguen normas de vida saludable. En el SOTAI, esas normas se refieren a los siguientes aspectos: respiración, alimentación, movimiento y pensamiento.

La fluidez de la dinámica estructural es la clave para mantener la salud. Cuando se pierde esta fluidez, pueden aparecer síntomas ambiguos como molestias o dolores sordos que, por leves que sean, pueden alterar el conjunto de nuestra arquitectura corporal. Y en muchas ocasiones, la causa no se determina en la consulta médica.

El Dr. Hashimoto denominó este acto intuitivo “evadirse del dolor para reparar la lesión”.

En el SOTAI, se considera que el movimiento hacia la dirección “más agradable”, opuesto a la dirección que provoca dolor, es “curativo”. Por este motivo, como depende de la percepción de cada persona, se trata de una cuestión de sensibilidad individual.

Con el SOTAI ayudamos a despertar esa sensibilidad, permitiéndonos tomar conciencia, tanto de nuestras posturas y movimientos, como de nuestros procesos internos. Ese puente hacia nuestro interior, nos ayuda, con la práctica a reconocer las necesidades de nuestros pacientes y nos aporta habilidades y herramientas para trabajar en ellas.

«No hay fallos en la arquitectura de nuestro cuerpo»

Keizo Hashimoto